Y ÉL OS DIO VIDA

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de la carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que os demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando muertos en pecados, nos dio vida juntamente  con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:1-10

Ante semejante declaración, no queda más opción que doblar nuestras rodillas ante Dios todo poderoso y adorarle como solo él es digno y merecedor. No sé si somos capaces de solo vislumbrar el valor de tan gran amor, algo tan sumamente valioso e inmenso que no tiene parangón, Dios nos libero de una vida de muerte y esclavitud por medio de Cristo, su muerte y posterior resurrección.               
Dios hizo lo que para nosotros era imposible por nuestra antigua condición de pecadores impenitentes, salvarnos de la condenación eterna.

Veamos el cambio que ha sido obrado por Dios.  

     

Antes teníamos una clara inclinación al mal y nos gustaba, siguiendo la corriente de este mundo sin ningún tipo de pesar, estábamos muertos en delitos y pecados, lo que me horroriza es que lo disfrutábamos y NO queríamos que eso cambiase lo más mínimo, éramos desobedientes primeramente a Dios, a los padres, autoridades legales o cualquier cosa que supusiera someternos y esclavos vivíamos esclavos de los deseos carnales constantemente sin ningún tipo de pudor o arrepentimiento, violentos algunos de nosotros con un carácter pésimo ,hijos de la ira.

Tras ser resucitados de esa antigua vida y modo de vivir, esclavos del pecado, la carne y sirviendo al Diablo. Dios nos ha renovado por completo, nuestro hombre interior, nuestra mente, alma, emociones…todo ha sido hecho de nuevo por y para la gloria de Dios y no siendo eso suficiente, ¡nos ha hecho sentar en los lugares celestiales junto con Cristo!, en la economía de Dios no hay hueco para el concepto temporal, porque es eterno y para él todo ha sido hecho.

El concepto de cómo coexisten la temporalidad humana y la eternidad de Dios es muy interesante y quizás arroje algo de luz en este tema que estamos tratando, Dios desde antes de la creación del mundo escogió a quien salvar y tenía su plan de salvación perfectamente definido.

Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin                                                                                                                          mancha delante de él                                                                                                                                                                                               Efesios 1:4

Hay bastantes versículos que atestiguan dicha coexistencia entre ambas realidades “1 Pedro 1:20, Juan 17:24, Romanos 1:20, Romanos 11:2, Apocalipsis 13:8”.

Una vez aclarado este punto, no queda duda alguna de que la obra de Dios atiende a un plan perfecto, definido desde antes de la fundación y de que Dios es amor, perfecto amor; este es el siguiente aspecto que quiero resaltar, Dios sacrificó a su hijo unigénito y sin pecado por ti y por mí. 

Este amor es perfecto y un regalo, un don tan precioso, que nos da acceso a su reino a esa perla de gran precio; sin embargo, la justicia va de la mano del perfecto amor y Dios es justo también, por ello él dio vida y escogió a aquel que quiso por su gracia, a nivel de legalidad el sacrificio de Cristo es suficiente para salvar a toda la humanidad, pero Dios es quien escoge.                                           
Esto nos lleva al pecado original de Adán, en el cual toda la humanidad murió y está en su justa condenación.

Porque así como en todos mueren, también en Cristo  todos serán vivificados                                
(los escogidos antes de la fundación del mundo)                                             

1 Corintios 15:22

El hombre condenado no quiere ni busca de Dios, solo por la obra regeneradora de Dios eso cambia y nace la necesidad de buscar y saber más de Dios, de acercarse a él.    

       

Quiero tocar el último punto de este texto que hemos leído en Efesios 2:10, como he dicho la elección es de Dios y no podemos negarlo, la Biblia es muy clara al respecto “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues don de Dios”, Dios es el proveedor de la gracia y la salvación sin posibilidad de ganarlas por méritos humanos “no por obras, para que nadie se gloríe”.

Dios preparó de antemano buenas obras, no para que toda la humanidad anduviese en ellas, sino aquellos que por gracia han sido salvados.

La muerte vicaria de Cristo en la cruz fue el pago por el pecado de toda la humanidad, toda la ira y justicia de Dios recayeron sobre Cristo, Él se puso en nuestro lugar como cordero sin mancha y por su sangre hay perdón de pecados, justificación y redención gratuitos.

Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido justificados en el nombre del

   Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios   

 1 Corintios 6:11

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas

son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por

Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación 

2 Corintios 5:17

Busquemos esas buenas obras que Dios preparó de antemano y pongamos a Dios como prioridad en nuestra vida.

Soli Deo Gloria