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Mostrando entradas de febrero, 2018

Buscando las cosas de arriba II

Pensando en las cosas de que agradan a Dios “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu” Romanos 8:5 ¿Quiénes son los de la carne? ¿Quiénes son los del Espíritu? ¿Qué quiere decir exactamente con “los que piensan”?. Los de la carne y los que piensan en la carne son los no creyentes, cuando se emplea el término “piensan” está refiriéndose en el griego a una mentalidad que incluye afectos, procesos mentales y voluntad del individuo. En este caso estamos hablando de aquellos que buscan saciar los apetitos de la carne no redimida, los cuales son diametralmente opuestos a aquello que agrada a Dios, el fin de los mismos no será placentero. “El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”   Filipenses 3:19 En contrapunto tenemos a los del Espíritu, estos piensan en las cosas que agradan  a Dios. “Por lo demás,

Buscando las cosas de arriba I

Puesto que hemos sido resucitados en Cristo, debemos buscar las cosas de arriba y nuestra vida diaria así debería evidenciarlo . Sin embargo hay una pregunta que me debo hacer de forma irremisible sobre Colosenses 3:1-4 ¿Realmente se que son las cosas de arriba?,   lo cierto es que esto merece ser estudiado en detalle porque son aquellas cosas las que debemos buscar y en las cuales debemos poner la mira. He seleccionado una serie de versículos que lo describen, pero en esta ocasión me centraré en  Romanos 12:2 ,  continuaremos con el resto de versículos próximamente.  No conformándonos a este siglo “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2 Cuando dice “No os conforméis a este siglo” se refiere a amoldarse, asumir una expresión externa que no refleja lo que de verdad está en el interior a modo de máscara.

En el tiempo de Dios

¿Cuántas veces no hemos deseado que algo sucediera… ya? ¿Cuántas veces no le hemos pedido a Dios que cambiara a alguna persona o situación? ¿Cuántas veces no hemos clamado “no puedo más con esta circunstancia”?. No sé tú, pero yo ni siquiera podría contarlas. Antes de contemplar el tema central de este mensaje, esperar en el tiempo que Dios tiene preparado para cada cosa, sentemos ciertas bases que nos ayudarán a entenderlo mejor. En primer lugar, como seres que tienen un cuerpo, estamos sujetos a las dimensiones de esta creación, véase espacio y tiempo. Todo lo que nos pasa nos pasa en un tiempo concreto, lo que vivimos está emplazado en un lugar y en un tiempo. Sin embargo Dios es eterno. Esto es algo difícil de comprender a cabalidad con nuestra limitada mente humana. Sin embargo la eternidad de Dios implica que Él no está sujeto a ningún tiempo. Las cosas que aún no han sucedido en nuestra realidad ya están hechas para Dios, en otras palabras, lo que nosotros anhelamos profun

Esto es la guerra II

Tras revisar la armadura de Dios otorgada a cada creyente, veamos más de cerca para que tipo de guerra nos es dada. Es fácil olvidarse de que la vida cristiana es una vida de batalla,  contra la tentación, el pecado, principados, potestades, huestes espirituales de maldad en las regiones celestes…que rápido podemos dejarlo a un lado. Sin embargo la Biblia nos dice al menos siete cosas muy claras al respecto: Hay una guerra espiritual presente y real, luchamos contra un enemigo, ese enemigo tiene un proceder, tenemos armas para pelear, hay cosas que  debemos hacer y otras que no, el Señor está en control y esta guerra tendrá un fin.         I.             Hay una guerra espiritual presente y real En esta guerra espiritual no hay tregua y los frentes abiertos son muchos al mismo tiempo. En nuestra vida como cristianos tenemos una constante pelea con la tentación y la antigua naturaleza que estando crucificada “ Romanos 6:6 ” y moribunda, se opone al Espíritu y bat