Buscando las cosas de arriba I
Puesto que hemos sido resucitados en Cristo, debemos buscar las
cosas de arriba y nuestra vida diaria así debería evidenciarlo.
Sin embargo hay una pregunta que me debo hacer de forma
irremisible sobre Colosenses 3:1-4 ¿Realmente
se que son las cosas de arriba?, lo cierto es que esto merece ser
estudiado en detalle porque son aquellas cosas las que debemos buscar y en las cuales
debemos poner la mira.
He seleccionado una serie de versículos que lo describen, pero en esta ocasión me centraré en Romanos 12:2, continuaremos con el resto de versículos próximamente.
No conformándonos
a este siglo
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”
Romanos 12:2
Cuando dice “No
os conforméis a este siglo” se refiere a
amoldarse, asumir una expresión externa que no refleja lo que de verdad está en
el interior a modo de máscara. Los lectores originales de la carta dirigida ya
habían permitido esto en sus vidas (por ello les fue dicho) y es muy
interesante ¿Qué pasa con nosotros?. Este siglo, época o momento de la historia
en el que estamos está, estuvo y estará gobernado por el maligno hasta que Dios
le retire su permiso “1
Juan 5:19”, por ello si estamos permitiendo que nuestra actitud externa
en una o varias áreas de nuestra vida sea marcada por la corriente de este
mundo, no estamos buscando las cosas de arriba como deberíamos.
“En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de
los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria
de Cristo, el cual es la imagen de Dios”
2 Corintios 4:4
Como podemos apreciar el
entendimiento del incrédulo es cegado y no puede poner su mira en las cosas de Dios,
de modo que su vida está completamente amoldada a este mundo en oposición al
evangelio de la gloria de Cristo, la imagen de Dios. Realmente estamos en
peligro cuando bajamos la guardia y permitimos que nuestras vidas sean
moldeadas por el mundo y su corriente en modo alguno.
Necesitamos ser
transformados, del griego “metamorfosis” también empleado en (Mateo 17:2), el término metamorfosis
implica un cambio de forma en todas las áreas de nuestra vida a un nivel
realmente profundo. Esa transformación será obrada por el Espíritu Santo, siendo siempre prerrogativa de Dios padre (Hebreos
13:21, Filipenses
2:13).
Aquel que es hijo de Dios dará fruto al treinta, sesenta o ciento por uno (Mateo 4:20), aunque el rendimiento pueda variar en cada caso particular y sabemos que Dios se agrada de sus hijos cuando son esforzados, será evidente en su vida un cambio desde la raíz reflejándose en lo externo.
Nuestro modo de vida, actitud, lenguaje, forma de pensar, de obra y cada apartado de nuestra vida, si somos cristianos evidenciará que ese cambio es real y los frutos de ello será un testimonio de ello. Hemos sido bendecidos con el gran honor de participar en la obra de Dios ¡valoremos tal regalo y nuestra vida sea solo para glorificar su santo nombre!.
Aquel que es hijo de Dios dará fruto al treinta, sesenta o ciento por uno (Mateo 4:20), aunque el rendimiento pueda variar en cada caso particular y sabemos que Dios se agrada de sus hijos cuando son esforzados, será evidente en su vida un cambio desde la raíz reflejándose en lo externo.
Nuestro modo de vida, actitud, lenguaje, forma de pensar, de obra y cada apartado de nuestra vida, si somos cristianos evidenciará que ese cambio es real y los frutos de ello será un testimonio de ello. Hemos sido bendecidos con el gran honor de participar en la obra de Dios ¡valoremos tal regalo y nuestra vida sea solo para glorificar su santo nombre!.
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como
en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la
misma imagen, como por el Espíritu del Señor”
2 corintios 3:18
Hay y habrá una renovación constante de nuestro
entendimiento si esa es nuestra búsqueda diaria, esa renovación solo puede ser obrada por el Espíritu Santo y lo hace por medio de su palabra. Podemos mirar a cara descubierta la gloria de Dios en la Biblia, en ella y por ella somos alimentados espiritualmente, dándonos refrigerio y nuevas fuerzas.
Por medio de esta y otras formas, cambia nuestra manera de pensar, convicciones y todo aquello que antes era deja de ser para tornar en algo nuevo mucho mejor de lo que podríamos imaginar, porque solo la sabiduría y voluntad de Dios son perfectas e insondables.
Por medio de esta y otras formas, cambia nuestra manera de pensar, convicciones y todo aquello que antes era deja de ser para tornar en algo nuevo mucho mejor de lo que podríamos imaginar, porque solo la sabiduría y voluntad de Dios son perfectas e insondables.
La Biblia es clara al hablar del
proceso de renovación de la mente:
Nos insta a guardar sus dichos, su
palabra no solo en la mente, sino en el corazón del cual mana la vida.
“En mi corazón he guardado tus
dichos,Para no pecar contra ti”
Salmos 119:11
Amonestándonos con sabiduría no humana, sino aquella proveniente de nuestro
Padre celestial.
“A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a
todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a
todo hombre”
Colosenses 1:28
Gracias a la
inimitable e inmerecida salvación, somos despojados del viejo hombre caído y
pecaminoso iniciándose un glorioso proceso de renovación, de modo que en esa
renovación nos es concedido adquirir mayor conocimiento hasta el conocimiento pleno, el cual recibiremos cuando nos reunamos
con nuestro Padre celestial.
“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del
viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme
a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”
Colosenses 3:9-10
Mientras caminamos hasta el
conocimiento pleno podremos comprobar que sin lugar a dudas, necesitamos con
desesperación me permitiría decir, el acudir a la palabra de Cristo diariamente
como alimento espiritual el cual debe ser abundante.
Al igual que necesitamos comer para
mantener nuestro cuerpo físico, ¿Cuánto más no necesitaremos el alimento
espiritual para nuestras almas? . Solo por medio de la lectura habitual de la
Biblia recibimos alimento para crecer
espiritualmente, enseñanza, exhortación y en conocimiento para renovación de nuestras mentes.
Podremos agradar a Dios si le conocemos y así buscar las cosas que tienen que ver con su voluntad.
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”
Colosenses 3:16
Por lo tanto
podemos concluir en este punto que en la vida de uno que es cristiano, hay una
serie de factores de su vida que se
verán inevitablemente cambiados. Su vida no estará amoldada a los estándares
del mundo reflejando un estilo de vida influenciado por Dios. Veremos
que su mente/entendimiento fueron renovados y son renovados día a día, siendo
manifiesto también en su corazón el cual atesorará los dichos de su Padre
celestial. Podremos comprobar que el viejo hombre fue quitado y en su lugar hay
uno nuevo implantado por el mismo que nos lleva a su palabra y exhorta a
leerla, estudiándola con detenimiento para conocerle cada vez más y profundizar
en esta mina que tenemos ante nuestros ojos, la Biblia.
Esto es parte de buscar las cosas de arriba, el renovar nuestro entendimiento en la palabra de Dios siendo cada vez más conformados a su voluntad por la obra del Espíritu Santo, el cual obra cuando somos responsables en el proceso de santificación experimental.
Esto es parte de buscar las cosas de arriba, el renovar nuestro entendimiento en la palabra de Dios siendo cada vez más conformados a su voluntad por la obra del Espíritu Santo, el cual obra cuando somos responsables en el proceso de santificación experimental.
Soli Deo Gloria
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